Por: Carolina Villalobos
Medico, Especialista en Sistemas de Calidad en Instituciones de Salud
En la actualidad los sistemas de emergencias han ido sufriendo en su capacidad de respuesta y solución adecuada de las diferentes patologías, y esto se debe en su gran mayoría por la alta demanda de consultantes que muchas veces no ameritan una consulta de emergencia, situación que se ve agravada por la ineficiencia de servicios asistenciales donde se enlentece la atención y se realiza un diagnóstico incorrecto, entre otros aspectos.
Existe la necesidad que los servicios de emergencia se manejen con lineamientos de calidad para su optimización adecuada. El tiempo de estancia de los servicios de emergencias hospitalarios se viene utilizando como una medida de control de la calidad, integrando a su vez sus tres elementos fundamentales los recursos humanos, materiales existentes y la organización del servicio. Muy importante entender que el tiempo de estancia, se define como el tiempo transcurrido entre la primera consulta y el momento del alta.
Los tiempos de atención de los servicios de urgencias de los hospitales condicionan la satisfacción de los usuarios como así la calidad técnica y la efectividad del proceso clínico, y es que la complejidad del proceso de atención requiere de la interacción con otras unidades, como servicios de radiología, laboratorios clínicos, lo que, unido a la presión asistencial y la coexistencia de pacientes con diferentes niveles de gravedad y patologías, hace que estos tiempos puedan demorarse.
Los estudios demuestran que para que la atención del paciente sea eficaz, su tiempo de espera no debería ser mayor a dos horas. Se sabe que el tiempo de estancia si podría prolongarse hasta más de seis horas, lo que incluirá su primera consulta, pruebas diagnósticas, segunda consulta hasta su tratamiento.
Dicho esto, se conoce que uno de los principales motivos de insatisfacción son lo tiempos de espera que sufren los pacientes en los servicios de emergencias lo que realmente es contraproducente ya que la satisfacción del paciente es tomada como un indicador de la calidad.
Con todo esto es importante reconocer, que el uso de alguna herramienta, que nos ayude a clasificar a los pacientes que ingresan es esencial, y gracias al triaje se puede hacer una valoración activa del paciente para poder detectar un problema vital con la finalidad de facilitar los cuidados y tratamientos adecuados en los tiempos correctos. Esto impactará directamente en que los tiempos de espera y la saturación de los servicios de emergencias disminuyan de manera importante.
“lo urgente no siempre es grave y lo grave no es siempre urgente”
El termino triage es un neologismo que proviene de la palabra francesa trier que se define como escoger, separar o clasificar y su uso inicial fue en las batallas napoleónicas donde se clasificaba a los heridos de guerra que se podían rescatar y los que ya fallecían en el lugar.
El mismo es una herramienta de clasificación de la gravedad, sintomatología y problema de salud que presenta un paciente al momento de la asistencia al servicio de urgencias y que permitE priorizar su atención. Es muy importante tener en claro que la realización del triaje no es un diagnóstico, sino una valoración inicial de signos y síntomas del paciente para poder esclarecer un motivo de consulta y una priorización de su atención.
Cuáles son las funciones básicas del triaje
- Identificación del paciente en situación de riesgo vital
- Asegurar la priorización en función del nivel de clasificación
- Asegurar la reevaluación de los pacientes que deben de esperar
- Decidir el área mas propia para atender a los pacientes
- Aportar información sobre el proceso asistencial
- Disponer de información para los familiares
- Mejorar el flujo de pacientes y la congestión del servicio
- Aportar información de mejoras para el funcionamiento del servicio.
- Crear un lenguaje común para todos los profesionales que atienden los servicios de emergencias independientemente del tamaño, estructura o ubicación del mismo.
Si el servicio se enfoca en utilizar y capacitar a su personal en el uso del triaje a conciencia, el mismo puede ser clave como herramienta para medir la calidad del servicio y extraer de el indicadores básicos como lo son
- El índice de pacientes perdidos sin ser vistos por el médico. Este deberá ser siempre menos del 2 por ciento)
- El tiempo desde la llegada a urgencias hasta que inicia su clasificación. Menor a 10 min)
- Tiempo que dura la clasificación. Menor a 5)
- Tiempo de espera para ser atendido en cada uno de los niveles de prioridad del que conste el sistema de triaje, desde la atención inmediata nivel 1 de prioridad hasta los 240 min)
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